La Red de Puntos de inclusión Digital tiene su origen en la antigua Red de Centros de Internet de Castilla-La Mancha, creada en 2008 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para garantizar el acceso a toda la ciudadanía a los servicios, ventajas y prestaciones de Internet, garantizando a través de ellos ese acceso a cualquier ciudadano y ciudadana de la región.

La Red de Puntos de Inclusión Digital (PID) de Castilla-La Mancha se encuadra dentro de la estrategia de inclusión digital de la Dirección General de Digitalización e Inteligencia Artificial de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con objeto de incrementar la confianza en los medios digitales entre la ciudadanía castellano-manchega y su uso en condiciones de equidad y no discriminación.

Se trata de un proyecto de colaboración con las Administraciones locales donde se ofrecen servicios de acceso a Internet con facilidades para navegación y realizar trámites administrativos online, así como la gestión de documentos electrónicos.

Gracias a la Red de Puntos de Inclusión Digital de Castilla-La Mancha, la ciudadanía castellano-manchega tiene acceso libre a Internet y puede beneficiarse de actividades formativas gratuitas para mejorar sus competencias digitales.